El origen del cocktail tiene distintas teorías, como sucede con muchas especialidades de cocina. Historias, mitos, leyendas y ciertas ediciones mucho más documentadas que aliñan, agitan y nos se usa para sostener de qué forma comenzó todo este arte mezclando bebidas.
De lo que indudablemente es que en estos orígenes un gallo siempre y en todo momento aparecía por algún lado. Y sucede que, la palabra procede de la unión de cock (gallo) y tail (cola). Varios comentan que lleva por nombre de este modo pues era frecuente adornar a estos conjuntados con plumas de las colas de gallos. En verdad, el historiador Fenimore Cooper ubica su origen en EE. transformar en “cocktail” pues les servía en copas adornadas con plumas.
Jerry Thomas, el padre de la mixología.
Sería irrealizable contar la historia del coctel sin charlar de Jerry Thomas, a quien lamentablemente varios cocteleros no conocen en el momento en que Jerry Thomas está en el coctel lo que Elvis Presley está en el Rock&Roll…
Jerry Thomas 1830-1885) se considera como el padre del coctel. No su inventor pero sí lo que le ingresó en el planeta y le dio a saber.
… ¿del nombre de caballos de pura raza?
Otra teoría asegura que el origen de la palabra coctel procede de los caballos de carreras. La palabra cock-tailed se empleaba inicialmente para detallar a un caballo con una cola corta. Más tarde, cock-tailed se usó para detallar a los caballos de carreras de raza mezclada. Por analogía, semeja posible que el término se ampliara para designar las bebidas desarrolladas con una mezcla de elementos y no solo con licores puros.
Pero antes de sacar conclusiones, oímos una última historia.
El coctel se inventó en Novedosa York
Lo que comprendemos el día de hoy como un mezclado o coctel, es una bebida que aparece en el siglo XIX, cuyo término procede del sintagma inglés cock+ tail: cola de gallo, en referencia a los tonos de los diferentes elementos y alcoholes mezclados que semejan evocar una cola de gallo multicolor.
Aparentemente, todo comenzó en el estado de Novedosa York hacia la segunda mitad del XVIII. En una fonda del condado de Westchester trabajaba alguna camarera llamada Betsy que se entretenía mezclando y quitando bebidas con una pluma de cola de gallo.
