Esta iglesia se construyó originalmente como tributo al gran duque Nicolás I, zar de Rusia, entre 1830 y 1852. Primero fue conocida entre los lugareños como la Iglesia de San Nicolás y finalmente se denominó Catedral de Helsinki después de la Independencia de Finlandia de Rusia en 1917. Esta estructura distintiva representa el estilo neoclásico de arte y arquitectura y fue diseñada por el arquitecto Carl Ludvig Engel, quien también diseñó y construyó varios edificios pequeños que rodean la iglesia. Renovada más tarde con varios cambios realizados por su sucesor Ernst Lohrmann, esta catedral es simétrica a cada uno de los cuatro puntos cardinales con cuatro cúpulas verdes notables y las estatuas de los Doce Apóstoles hechas de zinc. Se dice que estas estatuas representan a los guardias que protegen la ciudad desde el techo de la iglesia.
Es difícil imaginar Helsinki hoy sin la catedral blanca y sus majestuosas cúpulas verdes que dominan la ciudad. Es tan hermoso por fuera como minimalista por dentro y atrae a cerca de 350.000 visitantes a Helsinki cada año. Incluso hoy en día, la iglesia continúa celebrando misas, bodas y celebraciones religiosas en días importantes. De hecho, este es un punto de acceso turístico en el corazón de Helsinki, que todos deben visitar al menos una vez.
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